miércoles, noviembre 24, 2010

"Kiss me, I´m Irish" sería reemplazada por "Help me San Patricio"


El reciente conflicto financiero de Irlanda, que ha sido tratado por los medios con sumo cuidado (ratito, no hay que hablar mal del FMI), nos recuerda de nuevo el carácter vulnerable del sistema financiero internacional.

Con un gobierno aparentemente muy transparente, y un nivel de desarrollo e innovación tecnológica (sector informático) que parecía repuntar a nivel no sólo europeo, sino mundial, nadie sospechó que la república de San Patricio, cuna de Cranberries y U2 pasaría aprietos. Las recientes crisis en Islandia y Grecia, sumada a la creciente de desempleo en España, nos demuestran que la globalización requiere de más de un ajuste, para encajar en el sistema económico.

Sin embargo, los técnicos aseguran que no será Leprechaun y su cofre con monedas de oro quien acudirá al rescate, sino que serán varios organismos internacionales, con una suma de 85000 millones de euros, dinero que será enviado a los mismos bancos que provocaron la crisis del país de las hadas y los duendes que ilustran nuestros cuentos. Con esto, la Unión Europea intenta mantener de pie un modelo de desarrollo basado en la idea del bienestar por el consumo. ¿Será así realmente?

En fin, que los macroeconomistas se encargan de estos asuntos. ¡Bésame, que soy irlandés!

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