miércoles, marzo 09, 2011

Miércoles de ceniceros...

Como cada año, se termina el carnaval y todos vamos a expiar nuestros pecadillos carnavalezcos (arrepentidos de haber vacilado con la prima) al párroco más cercano en la famosísima misa de "Miércoles de ceniza", donde luego de hacer una fila de 250 personas, el curita te pone con el dedo o con un peculiar sellito plástico, una marca de ceniza en la frente.

La verdad lo único que el sacerdote te recuerda es que eres un simple mortal y morirás como todos los demás al decirte "polvo eres y en polvo te convertirás", vaya forma de empezar la cuaresma, recordando que en cualquier momento me llevará la "parca" y dejándome con la paranoia de que capaz y al salir de la iglesia me caiga un santo de marmol de tres metros sobre la cabeza y estire la pata.

La primera vez que me pusieron la famosa ceniza me parece que era adolescente, emocionado estaba ante tan magno y poco común evento que solo sucedía una vez al año. Hasta que llegué donde el cura, el mismo que puso su dedo pulgar en un tarrito circular metálico, lo embadurnó con dicha sustancia más que polvorienta yo diría que pastosa y fría, hizo una señal de cruz sobre mi frente y me mandó de vuelta a sentarme en la banca a pensar en la inmortalidad del cangrejo... Me sentí un poco más que descepcionado al verme en un espejo y notar que aquel garabato sobre mi cabeza se parecía más a un trapezoide mal formado y casi invisible que a una cruz.
Carlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ja ja ja... algo parecido me pasó a mí con la emoción de tener la cruz en la frente que no me limpiaba hasta que se pierda solito todo el lodo. Ahora ya grande si me hago poner la cruz de lodo al día siguiente tengo espinillas en la misma forma. Así que sugerencia a los curitas: mezclen ese lodo con astringente que algunos todavía tenemos resagos de pubertos ja ja ja