viernes, enero 27, 2012

Cien años de la hoguera bárbara... ¿el destino de todas las revoluciones?

A veces no puedo evitar preguntarme que sentiría si por ejemplo me asomo un día al balcón y miro a una muchedumbre arrastrando el cadáver de Jamil Mahuad o de Oswaldo Hurtado... o de Rafael Correa. Bueno, aunque los ejemplos parezcan sórdidos, es lo que aconteció en 1912 con Eloy Alfaro, el gestor de la única revolución que atravesó el Ecuador, y que consolidó los fundamentos de la República actual, aunque ello implique necesariamente un debate sobre si el proceso denominado "Revolución Ciudadana" es en realidad tal cosa o tan sólo un proceso reformista. 

¿Es necesariamente la Revolución un proceso de tomarse el poder a través de las armas, como sostuvo Rodrigo Borja hace unos días en una entrevista en Ecuavisa, o cómo sostienen varios catedráticos de izquierda? La historiografía tradicional menciona tres tipos de revoluciones, polìtica, económica y social, aunque en la actualidad es obvio que los tres factores dependen de manera absoluta, principalmente en el sistema de economía de mercado. Hay quienes  han llegado a abusar del término "revolución" para designar rebeliones o motines, otros que la emplean para distinguir de manera publicitaria un período de otro anterior, a manera de eslogan, y otros que simplemente parecen divertirse con ella.

Por otro lado, hay quienes dividen a la revolución en dos tipos, por la "clase" que la protagoniza: la revolución burguesa y la revolución proletaria. En fin, el punto es que sea lo que sea, revolución o reforma, en lo que parece coincidir el planteamiento es en una serie de cambios que determinarán la vida de las personas a partir del momento del triunfo del proceso.


El caso de Eloy Alfaro, la Revolución Liberal en Ecuador y la hoguera bárbara, que ejecutó al Viejo Luchador y cuya autoría contrario a lo que muchos liberales pretenden ocultar, también incluyó a varios de ellos, es una lección que el país debería tener presente, sobre todo en el momento de analizar si realmente los denominados procesos 'revolucionarios' de la actualidad tienen legitimidad y viabilidad. Y también otra pregunta, ¿Cuándo se inicie otro proceso revolucionario de verdad, volveremos a incendiarlo?

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