La "Marcha en defensa del Agua" y la "Marcha en defensa de la Democracia", títulos que la oposición y el oficialismo adoptaron como un membrete para lo que en realidad se convirtió en un ejercicio pre-electoral de medición de fuerzas, se desarrollaron este jueves 22 de marzo en medio de varios aguaceros que, lejos de disminuir el ánimo de cada una de las fuerzas antagonistas, acompañó un ambiente urbano plagado de banderas verdes, multicolores, policías y manifestantes provenientes de las 24 provincias del país.
La movilización anti-minería, protagonizada por la mayoría de movimientos indígenas sobre todo de la Sierra, que partió desde Zamora Chinchipe, llegó a Quito la mañana del miércoles 21 de marzo, estableciéndose en el sector de Uyumbicho. Al ritmo del Caraway y posando para los medios de prensa con un fondo de chaquiñanes, los dirigentes indígenas, a quienes se sumaron cuadros del MPD y de Pachacutik, prepararon su pliego de peticiones que pretendieron entregar a la Asamblea Nacional, misma que dispuso recibir a una delegación exclusiva de 30 personas, situación que incomodó a varios elementos de la marcha de oposición, generando enfrentamientos con la Policía, que convirtieron en una zona de barricadas a gran parte del sector de San Blas y El Dorado.
Por su parte, la marcha oficialista, que contó sobre todo con representantes de los gobiernos parroquiales autónomos de las 24 provincias del país, se concentró primero en el Parque de El Arbolito, en donde un animador al estilo de Fausto Miño amenizó la fiesta con gritos como "el que no salta es pelucón", hasta las doce del mediodía, hora en la que después de la intervención de varios ministros de estado, Rafael Correa arribó en medio de la ovación y algarabía pública, hecho que repitió más adelante en la Plaza de San Francisco, en Santo Domingo y finalmente en la Plaza Grande, en donde después de un discurso que justificaba a la minería y exaltaba las políticas públicas en defensa del agua, y de mostrar las imágenes de Ecuador TV sobre la bronca en el antiguo Congreso, brindó apoyado por la banda Pueblo Nuevo un improvisado recital a todos los presentes, quienes con gran júbilo corearon éxitos como "Hasta siempre comandante", "Nuestro Juramento", "Atajitos de caña" y "Mi cajita de música", en medio de toda una jornada multicolor en la que una vez más los ecuatorianos defendieron su posición, en medio de una decisión crucial, la de preservar nuestras fuentes acuíferas, con minería o sin ella.
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