Quito está infestada de seudo-graffitis

Antes de iniciar este artículo, remitámonos un poco a la definición de lo que es un graffiti. La palabra, de origen italiano, quiere decir "pintada" y se refiere a las" inscripciones dejadas en muros", según la Wikipedia, que también lo ubica como uno de los cuatro elementos fundamentales de la cultura hip hop. Hay quienes atribuyen su origen moderno en el movimiento de Mayo del 68, en Francia; otros lo ubican en la misma década de los sesentas, pero en la ciudad de Rocky, Filadelphia, Estados Unidos.

En cuanto a su clasificación, se distinguen tres géneros: el Art Graffiti, con sus variantes Tag (un sólo color), Throw Up (que comprende la representación de nombres y que es el más común entre pandillas) y el Piece, que viene a ser el más elaborado de todos y constituye una verdadera forma de arte; los otros dos géneros son el de Eslogan (el más usado en nuestro país, sobre todo por agrupaciones juveniles vinculadas con la izquierda revolucionaria y grupos anarquistas) y para concluir tenemos el de Latrinalia o graffiti "privado", que contiene reflexiones personales y que podemos encontrarlo frente a nosotros cuando acudimos a un baño público, al mirar al asiento de en frente en el bus o en el pupitre de clases.

Luego de esta interesante introducción (yo tampoco estaba al tanto de esta clasificación), me quedan algunas conclusiones: por una parte, he realizado latrinalias en mis cuadernos y también en mis pupitres y la mochila, pero nunca sobre la puerta de un baño (son típicas las agendas improvisadas de contactos telefónicos, especialmente relacionados a búsquedas de tipo sexual). La otra conclusión es que acá hay personas tan, pero tan ingeniosas, que han combinado el género del eslogan con el de latrinalia y han creado un híbrido llamado Letrinalia, en donde desaprovechan toda posibilidad de comunicación para escribir torpezas y sinsentidos que a veces ni ellos mismos entienden (ejemplo UJIR en las paredes de la Universidad Central).

No menosprecio al arte ni al verdadero graffiti, pero si quiero invitar a los aprendices (pésimos aprendices de graffiteros) a que si desean ensayar el género, escriban sobre sus cuerpos, en las latrinalias de sus casas o en sus cuadernos... y si desean escribir testamentos abran un blog en internet, que probablemente servirá mejor a sus causas... y si quieren ser escuchados y vistos, abran una cuenta en facebook o badoo... PERO YA DEJEN DE ESCRIBIR PORQUERÍAS Y MEARSE FRENTA A MI CASA!!!!!!!!!!