miércoles, junio 11, 2025

10 cosas que odio del Estadio Olímpico Atahualpa

 


El domingo 8 de junio, la Agencia Metropolitana de Control clausuró al Estadio Olímpico Atahualpa, alegando violaciones a las normas de seguridad, como mal uso de conexiones de gas, entre otras. Sin embargo, la medida ha sido en realidad el primer paso para iniciar la reversión del escenario deportivo (inaugurado en 1951) al Municipio de Quito, que en 1966 encargó su manejo a la Concentración Deportiva de Pichincha, medida que la alcaldía justifica como un procedimiento justo ante el deterioro del estadio por la escasa intervención del ente deportivo provincial para su mantenimiento, y que es visto como un “acto con fines políticos” por los críticos a la medida, en un momento en que el alcalde Pábel Muñoz podría enfrentar un referendo de revocatoria durante los próximos meses de 2025.

Cancha local en su momento y hasta la actualidad de Liga Deportiva Universitaria de Quito, El Nacional, Deportivo Quito, Aucas, Universidad Católica, América, Éspoli y otros clubes, fue hasta hace no mucho también la casa de la Selección ecuatoriana de fútbol.

He procurado en nombre de la historia ser objetivo y elaborar un listado de las cosas que más me desagradan del “coloso de El Batán”:

10. Que esté lejos de mi casa.
9. Que lo usen de local clubes sin historia como Cumbayá, Vinotinto o Patrón Mejía.
8. Que ya no lo use de local la Selección.
7. Que no tenga un buen sistema de parqueadero.
6. Que para ingresar a preferencia tengas que dar tremenda vueltota.
5. Que el marcador electrónico prendan de vez en nunca.
4. Que un vaso asoleado de puro hielo y menos biela te cueste USD 3.50.
3. Que la grasosa pero sabrosa empanada de morocho solo te vendan en 'promoción' dos por USD 2.
2. Que los baños estén hechos un desastre.
1. Que el Quito no juegue allí todavía de local en LigaPro.

Sin embargo, y ya que no hay que destacar tampoco solo lo malo, he realizado también una lista de los diez momentos más especiales o curiosos acontecidos en este escenario:

1. La primera clasificación al Mundial de fútbol. El técnico era el colombiano Hernán “Bolillo” Gómez, quien enfrentó incluso un atentado contra su vida al negarse a convocar a cierto jugador. El hecho ocurrió un 7 de noviembre de 2001; Ecuador, que iba segundo en la tabla sudamericana de todos contra todos en la penúltima fecha, necesitaba nada más de un punto adicional para participar por primera vez en su historia del Mundial FIFA, que se desarrollaría en 2002 en Corea del Sur y Japón. Dos históricos serían los responsables del empate contra Uruguay al minuto 72: Álex Aguinaga e Iván Kaviedes, quien marcó el gol.

2. El “Clásico de la Neblina”: partido icónico disputado el 7 de septiembre de 1973 entre Liga de Quito y Aucas. Se dice que al estadio, cuya máxima capacidad permitida en ese entonces era de 40 mil personas, habían acudido cerca de 45 mil aficionados. Aunque la U se impuso al “Auquitas” por 3 a 1, lo más recordado de aquel día es la densa niebla que cubrió la cancha, digna de un cuento de Edgar Allan Poe o Stephen King. Felizmente la prensa de la época no registró ningún hecho de gravedad.

3. “Barcehualpa”. No, no hablamos del gran Barça de España, sino del Barcelona Sporting Club de Guayaquil, considerado el club con mayor número de aficionados en Ecuador. Resulta que tras una sanción al estadio Monumental “Isidro Romero” del puerto principal, el 28 de febrero de 2010 Barcelona enfrentó al Olmedo de Riobamba como local en el coloso quiteño de El Batán por primera vez, ganando por un tanto a cero. En 2017 y tras una nueva sanción, el BSC volvería a jugar de local en en el Olímpico durante el campeonato nacional, frente a River EC (hoy Guayaquil City). El equipo canario también ha presentado el evento denominado “Noche Amarilla” para sus aficionados capitalinos en varias ocasiones.

4. El último discurso de un presidente. El 24 de Mayo de 1981, Jaime Roldós Aguilera, electo como primer mandatario de Ecuador en 1979, después de las últimas dictaduras militares entre los años 1972 y 1979, pronunciaría sin saberlo su último discurso, antes miles de estudiantes y personas que acudieron al estadio Atahualpa, en un evento que conmemoraba otro aniversario de la Batalla de Pichincha de 1822 que selló la independencia de la entonces Real Audiencia de Quito, y que entregó reconocimientos a varios de los excombatientes de la zona fronteriza de Paquisha, que en enero de 1981 se enfrentaron en escaramuzas contra el ejército peruano. Jaime Roldós moriría horas después junto a su esposa Martha Bucaram y una comitiva oficial cerca de Macará, en la provincia de Loja.

5. Bon “Shoví” en Ecuador. El 31 de octubre de 1995, en pleno Halloween, la banda Bon Jovi protagonizaría el primer gran concierto de rock de la historia ecuatoriana, en un evento cuyos teloneros fueron los locales Contravía. Se dice que esa misma noche fueron arrojados varios panfletos que acusaban a la agrupación de promover el satanismo. Años después, en el mismo escenario se presentarían otras bandas y músicos como Roger Waters (Pink Floyd), Bryan Adams, Aerosmith, Guns N´Roses, Europe, Foreigner y más, aunque ya llegaron en tiempo extra.

6. La inolvidable Quito-Últimas Noticias. La ahora conocida (y gentrificada) carrera conocida como “Quito Race 15k” tuvo por varios años como meta la pista del Olímpico Atahualpa, en la competencia que cada año era convocada por el diario vespertino Últimas Noticias, tabloide publicado por Grupo El Comercio. Tras la desaparición, tanto del periódico El Comercio como del Últimas, la franquicia del evento fue adquirida por varias empresas privadas, entre ellas Adidas. En sus mayores años de gloria, la carrera fue testigo de las victorias de Rolando Vera, Silvio Guerra, Yolanda Quimbita, Martha Tenorio y otros atletas ecuatorianos y extranjeros. 

7. Una final de Copa Libertadores. En 2016, año del terremoto de abril que afectó a las provincias de Manabí y Esmeraldas, una escuadra devolvería la sonrisa a muchos: Independiente del Valle. Originario de la ciudad de Sangolquí, el club, que ahora cuenta con su propio estadio en la parroquia quiteña de Amaguaña, tuvo que jugar de local en el estadio Atahualpa debido a que el cantonal de Rumiñahui no contaba con la capacidad que exigía la Confederación Sudamericana de Fútbol. El cuadro “rayado”, que entonces ni siquiera había alcanzado el título nacional, enfrentó y eliminó a River Plate de Argentina, Pumas UNAM de México y Boca Juniors, donando además parte de la taquilla a varias asociaciones de apoyo a los damnificados del terremoto. Lastimosamente el equipo hornado no pudo repetir la hazaña en la final de la Libertadores ante Atlético Nacional de Colombia, tras empatar a unos en el Atahualpa el 20 de julio y perder en Medellín por 1 a 0 en el estadio Atanasio Girardot.

8. Copa América Ecuador 1993. El 15 de junio de 1993 se inauguró el torneo continental de fútbol más antiguo del mundo en el estadio Atahualpa. El partido inaugural fue disputado por las selecciones de Ecuador (en ese entonces dirigida por el yugoslavo Dussan Draskovic) y Venezuela, con un contundente triunfo de 6x1 a favor de la selección anfitriona. Más adelante, la tricolor se impondría por 2 a 0 a Estados Unidos (invitado por primera vez a Copa América) y 2 a 1 frente a Uruguay, en el mismo estadio de El Batán. En octavos de final derrotaría 3x0 a Paraguay y finalmente sería derrotado en la semifinal por México (debutante también en el torneo), donde Hugo Sánchez hacía sus últimos pininos, por 0 a 2.

Ecuador también organizaría la Copa América femenina en 2014.

9. El Mundial juvenil FIFA Sub-17: En 1995, en plena presidencia de Sixto Durán-Ballén y tras la Guerra del Cenepa, el estadio Atahualpa volvería a inaugurar otro torneo de fútbol, la Copa Mundial Sub-17, cuyo primer encuentro se disputó el 3 de agosto, con victoria de la mini Tri 2x0 sobre Estados Unidos. El seleccionado africano de Ghana fue el campeón de esa cita.

10. El polémico Deportivo Quito-Barcelona de 1989. El estadio Atahualpa, cuya zona de preferencia hasta ahora es concurrida por aficionados del Quito cada vez que hace de local, ha sido también testigo de triste momentos para la “AKD”. Quizás uno de los más polémicos, el juego disputado el 10 de diciembre de 1989 frente a Barcelona, que iba a por su décimo título nacional. Cuenta la historia que de ganar ese encuentro, como acontecía hasta el minuto 85, Deportivo Quito pudo haber sido campeón. Sin embargo, tras el gol del empate torero y la invasión de parte de la hinchada al campo de juego, el partido se suspendió y postergó para el 27 de diciembre, ordenando efectuarse desde el minuto inicial y sin público. Se comprobaría años después que, de haber ganado el Quito, necesitaba de otros resultados para ser campeón o subcampeón de aquella temporada.

Otro momento denigrante para la escuadra azulgrana fue cuando aficionados de Liga Deportiva Universitaria arrojaron panes a los jugadores chullas mientras saltaban a la cancha. El hecho ocurrió un día de agosto de 2015, el mismo año que el club descendió por las deudas que mantenía con varios ex jugadores y técnicos, que impusieron sanciones al equipo que posteriormente descendió a Segunda Categoría e incluso a la liga amateur por la misma causa, y que ahora lucha por retornar a la Primera división. 

domingo, mayo 25, 2025

10 peores producciones audiovisuales de Ecuador

Pese a las limitaciones técnicas y económicas, muchos realizadores nacionales de cine y televisión se las han arreglado para legarnos programas que han trascendido. Comedias como “Mis adorables entenados“ o “Solteros sin compromiso“, adaptaciones como “El Ángel de Piedra”, películas como la memorable “Ratas, ratones y rateros” o el exitoso fenómeno viral “Enchufe TV“ son referentes del audiovisual local. 

Sin embargo, y pese a en muchos casos contar ya con mejores presupuestos o tecnología, hay otras producciones de las que no podemos decir lo mismo. 

10. VIVOS: Continuación del exitoso programa (en sus primeras temporadas) “Ni en vivo ni en directo” de TC Televisión, apostó a una fórmula de humor fácil que se negó a innovar. 

9. DE LA VIDA REAL: Aunque tuvo algunos episodios bien interpretados (hay que reconocer que en general los actores guayacos lo hacen mejor que los quiteños), el ser la copia de ”Pasado y Confeso” desde el inicio ya le quitó algo. Luego, el manejo bien acartonado y cliché de representar los dramatizados basados en sucesos judiciales reales, lejos de sumar empezó a restarle de a poco. Para rematarla, Ecuavisa reencauchó el mismo programa con otro presentador que reemplazó a su original Rolando Panchana y otro nombre, ”Crónicas Urbanas”, faltando el respeto terriblemente al televidente.

8. SÚPER ESPÍAS: Comedia de acción bien intencionada, emitida por Teleamazonas, que lamentablemente no logró pegar. Si bien la idea del argumento era buena, no estuvo a la par de su ejecución, pese incluso a la dupla del cabo Mosquito (Eduardo Mosquera) con el suco de Vivos (Danilo Esteves).

7. TRES FAMILIAS: Bien intencionada y lograda en un primer momento, tras empezar como sketch del programa ”Vivos” de Ecuavisa, su alargue excesivo terminó por aburrir al espectador.

6. SMITH WEISSON ZAMBRANO: Me da pereza incluso recordar el nombre de esta producción, interpretada por el súper actor Ángel (Carlos Valencia).

5. UNA MUJER: intento “cringe” de telenovela de Ecuavisa emitido en 1990 y estelarizado por la cantante Silvana, si bien se promocionó en parte como comedia, el programa terminó convertido en una fusión entre Frankenstein y Abdón Calderón caminando si un brazo ni una pierna. 

4. A FLOR DE PIEL: adaptación guachiturra y guacharnaca de “Juventud en Éxtasis” emitida por TC Televisión e interpretada por el multifacético Dalo Bucaram (futbolista, político y actor) y Gabriela Pazmiño... no mismo.

3. QUITO 2023: ni siquiera el contar con parte de los actores de Enchufe TV logró salvarla. Mala. Pésima película.

2. PARECE QUE FUE AYER: serie dramática de contenido histórico, basada en la española “Cuéntame cómo pasó”, no llegó siquiera a emitir una temporada completa, con apenas cuatro episodio difundidos por Ecuavisa en 2013. Una oportunidad completamente perdida de rescatar la memoria histórica de los ecuatorianos a través de las vivencias de la familia Álvarez, que no logró calar en la preferencia de los televidentes ecuatorianos como los Alcántara de la original española o los Herrera de la adaptación chilena “Los 80”.

1. SÍ SE PUEDE: llegamos a la triste cima del top ten con una historia escrita por Peky Andino (Dejémonos de Vainas, Pasado y Confeso, Secretos) que tuvo un “lore” (como le dicen ahora al argumento) poderoso: la clasificación de la Selección ecuatoriana de fútbol a su primer mundial. Pésimamente actuada, con varios errores de continuidad y efectos que hacían ver a los del Chavo del 8 como de vanguardia, se quedaron muy, pero muy a medias. Quizás le hubiese ido mejor si se proponía como comedia.

Y tú, ¿qué otras producciones nacionales consideras que fueron malas? Escríbenos en comentarios 👇 

miércoles, febrero 19, 2025

La “desvivición” del lenguaje


Ayer, mientras hurgaba por redes sociales como casi todo el mundo en esta Sociedad de la Información global, por casualidad me encontré con una noticia donde el rey de España expresaba su malestar ante la intención del presidente de EEUU, Donald Trump, de restringir o eliminar la enseñanza del español como segunda lengua en los colegios gringos. En un castellano de acento obviamente español, el anacrónico monarca señaló que dentro de unos años, nuestro idioma llegará a los cien millones de hablantes en el país norteamericano, convirtiéndose en el segundo estado con más hispanohablantes en el mundo y que la evolución del idioma, inevitablemente, se dará en América.

Hasta aquí, nada extraño al parecer. Sin embargo, en las mismas redes sociales, horas más tarde me enteré que uno de los youtubers que más sigo, y no por él sino porque emite a pantalla compartida episodios de Padre de Familia, a quien creía mexicano, resultó ser peruano. Recordé también que hace semanas, antes de nuestro programa de radio, mi compañero me contó que las alumnas de su novia que es docente hablan todas a lo mexicano, y que 'les parece de lo más normal'.

El fenómeno no es nuevo. Elisabeth Noelle-Neumann en su Espiral del Silencio ya nos explicó (aunque desde una perspectiva electoral) el porqué de la tendencia: el ser humano le teme al aislamiento, y por ende a la soledad. Es más fácil subirse a la camioneta de los ganadores que decidir caminar a pie por la cuesta de la vida.  Es más divertido juntarse al grupo de payasos que se ríen de todo que ser el objeto de burla y es más fácil seguir la moda y aparentar ser joven que resignarse a ser viejo.

Pero, ¿qué tiene de malo? El lenguaje es un hecho social y por ende sujeto de evolución también. De no ser así, la rica diversidad lingüística e intercultural que existe en el planeta no existiría. El latín no se habría convertido en español, portugués o francés ni las lenguas germánicas nos habrían dado el sueco, el alemán o el inglés, tan necesario en la actualidad y tan intruso en todas nuestras lenguas debido a los tecnicismos, al marketing (que desde hace años nos vende el acoso escolar como bullying) y a la hegemonía cultural, misma que se repite, aunque de segunda mano, con el "español estándar".

Resulta que, desde hace décadas, se ha vuelto una tendencia al parecer ya irreversible que el supuesto español neutro o estándar encabezado por el doblaje mexicano incluya cada vez con más frecuencia modismos aztecas, mismos que por la fuerza de la industria audiovisual de ese país, de su exposición y repetición han penetrado tan profundo en el español de Latinoamérica, que términos y expresiones como chamba  ya empiezan a reemplazar a nuestro 'camello' ,  pedo a 'pluto' , hacer el oso a 'hacer la foca'  o que ruco, que para nosotros significaba 'dormido' ahora sea sinónimo de 'viejo'.

Dicen los lingüistas que una de las causas de la creación de los idiomas es precisamente el conjunto de modismos, sean por dialecto o cronolecto, variables que suelen producirse en diversos contextos. En nuestro caso, han sido la tele y ahora el streaming los principales canales de esta nueva tendencia. Y bueno, la evolución es inevitable: de seguro los boomers ecuatorianos usaban modismos distintos a los de la generación X y millennials, quienes tal vez vemos con recelo cómo los centennials con sus palabras copiadas de La Rosa de Guadalupe o del Fedelobo ahora se imponen.  Sin embargo, ¿qué sucede cuando la jerga no es adoptada, sino impuesta, y no solo sobre el habla sino sobre la escritura?

En 1984 (escrito en 1948), George Orwell ya vaticinó algo parecido, cuando la burocracia ficticia de la obra imponía por obligación un vocabulario. De vuelta al mundo real y en la actualidad, bajo la excusa de la 'desmonetización', muchos canales y cuentas de medios digitales informativos hoy censuran palabras como delito, muerte, crimen, violencia, odio (que ahora debe escribirse 0d10) y suicidio, palabra que de manera paulatina se ha ido reemplazando por 'desvivición'. Me imagino que los bienintencionados administradores o dueños de estas redes, como antaño hacían los canales de televisión y radios cuando colocaban un 'pi' sobre palabras como verga, prostituta (a lo que ahora llaman escort) o mierda durante el horario familiar, estarán seguros de que omitir palabras como violencia, odio, muerte, crimen y suicidio harán que los males de la violencia, el odio, la muerte, el crimen y el suicidio desaparezcan por arte de magia del mundo.

A este paso tendremos que volver a dar la razón a nuestros boomers abuelos ecuatorianos que preferían decirle 'pollo' al pene. 




viernes, mayo 17, 2024

La mula ciega (1970)


En Ecuador se dice mucho que Manabí es un país dentro de otro y que es muy costumbre local el enamorarse e incluso aparearse con animales, creencia que al parecer existe en alguna zona rural de cualquier país de América Latina o incluso del mundo. Esta parece ser la primera idea que salta a la vista en esta novela, La mula ciega, publicada originalmente en 1970 por Oswaldo Castro, manabita que ejerció como funcionario diplomático y cuya actividad literaria es bastante desconocida en nuestro país.

Con elementos que nos recuerdan la descripción del paisaje natural de nuestro realismo social de los años 30 y 40 y alguna evocación del realismo mágico macondiano de los 60, la novela ofrece un panorama muy interesante del mundo rural y sus habitantes, donde se intenta describir a cada uno de ellos y al rol que ejercen en la comunidad, al puro estilo de El Éxodo de Yangana de Ángel F. Rojas o Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez. La historia sin embargo de a poco va centrándose en sus dos protagonistas, Arturo y Panchita, adolescentes que nos recuerdan de lejos a los universales Romeo y Julieta, en una historia de amor que parece perderse entre Verona y Chone, entre el Renacimiento europeo y el litoral sudamericano.

Un buen intento muy acorde a la etapa posterior del boom latinoamericano al que quizás solo le faltó un desarrollo un poco mayor de ciertos personajes como Manuel María, el padre de Arturo, o el cura párroco del pueblo, al que se le dedica incluso un capítulo entero lleno de reminiscencias o la misma mula ciega, que en algún momento se convierte en un símbolo de la colectividad. De todas maneras es un libro que llega a ser ameno, con mucho ambiente que a veces se lleva el protagonismo por encima de cualquier historia individual, que nos describe un retrato muy poético de ese país de nuestro interior que algún día fue y quizás ya no lo sea más.

La mula ciega
Oswaldo Castro
1970 (primera edición)
8/10