135 dólares. Esa es la cantidad que en colegios como el Fernández Madrid y las unidades educativas Sucre, Espejo y Quitumbe, todas municipales, deben pagar los padres como contribución voluntaria, sopena de no poder legalizar la matrícula de los y las wambras que se educan en estas instituciones. Un momento. Hay algo que no entiendo... ¿voluntario? ¿caso contrario no pueden legalizar las matrículas?
En el noticiero Contacto Directo de Ecuavisa, la mañana de este miércoles los padres de familia presentaron varias quejas al respecto. Sin embargo, nadie se cuestionó seriamente sobre el significado de la palabra voluntario. Por ende, acudiremos al respetabilísimo Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (pucha que nombre más largo...mejor dejémoslo en RAE). Bueno, la RAE menciona cuatro definiciones: 1. (adjetivo) "Dicho de un acto que nace de la voluntad, y no por fuerza o necesidades extrañas a aquella". 2. "Que se hace por espontánea voluntad y no por obligación o deber". 3. "Que obra por capricho". 4. "Persona que, entre varias obligadas por turno o designación a ejecutar algún trabajo o servicio, se presta a hacerlo por propia voluntad, sin esperar a que le toque su vez."
Bueno, ¿a qué definición acudirían las autoridades de estos planteles municipales? La primera lectura hace evidente que optan por la 3, que señala "que obra por capricho". Los rectores de estos colegios han mencionado entre las causas que "hay profesores contratados". ¿No que la educación municipal estaba mucho mejor organizada que la fiscal? Si nos remontamos a la definición 1, quizás haya una contradicción entre la obligatoriedad de la cuota voluntaria y la voluntad de los papás de pagar dicha contribución... y si vamos a la 2, todo parece indicar que el pagar los 135 dólares no es un acto "espontáneo", sino más bien una obligación que en caso de ser incumplida cumplirá en cambio con el sueño de todo niño de extender un poco más sus vacaciones de verano...
Bueno, ya dejémonos de payasadas. Supongamos que los padres que envían a sus hijos a planteles municipales no pasen tantos apuros económicos como quienes envían a sus wambras a los tan menopreciados colegios fiscales. Supongamos también que estos mismos padres estén de acuerdo en seguir llamando voluntaria a una contribución, siempre y cuando su valor no pase de los cincuenta o los cien dólares. ¿Cuál es la solución, entonces? Aparentemente ninguna. Las referencias sobre la calidad de la educación municipal de Quito siguen siendo las mejores. Ya nada entonces. Simplemente llamemos a las cosas por su nombre.
+La reforma al sistema de calificaciones en educación básica y bachillerato
En el noticiero Contacto Directo de Ecuavisa, la mañana de este miércoles los padres de familia presentaron varias quejas al respecto. Sin embargo, nadie se cuestionó seriamente sobre el significado de la palabra voluntario. Por ende, acudiremos al respetabilísimo Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (pucha que nombre más largo...mejor dejémoslo en RAE). Bueno, la RAE menciona cuatro definiciones: 1. (adjetivo) "Dicho de un acto que nace de la voluntad, y no por fuerza o necesidades extrañas a aquella". 2. "Que se hace por espontánea voluntad y no por obligación o deber". 3. "Que obra por capricho". 4. "Persona que, entre varias obligadas por turno o designación a ejecutar algún trabajo o servicio, se presta a hacerlo por propia voluntad, sin esperar a que le toque su vez."
Bueno, ¿a qué definición acudirían las autoridades de estos planteles municipales? La primera lectura hace evidente que optan por la 3, que señala "que obra por capricho". Los rectores de estos colegios han mencionado entre las causas que "hay profesores contratados". ¿No que la educación municipal estaba mucho mejor organizada que la fiscal? Si nos remontamos a la definición 1, quizás haya una contradicción entre la obligatoriedad de la cuota voluntaria y la voluntad de los papás de pagar dicha contribución... y si vamos a la 2, todo parece indicar que el pagar los 135 dólares no es un acto "espontáneo", sino más bien una obligación que en caso de ser incumplida cumplirá en cambio con el sueño de todo niño de extender un poco más sus vacaciones de verano...
Bueno, ya dejémonos de payasadas. Supongamos que los padres que envían a sus hijos a planteles municipales no pasen tantos apuros económicos como quienes envían a sus wambras a los tan menopreciados colegios fiscales. Supongamos también que estos mismos padres estén de acuerdo en seguir llamando voluntaria a una contribución, siempre y cuando su valor no pase de los cincuenta o los cien dólares. ¿Cuál es la solución, entonces? Aparentemente ninguna. Las referencias sobre la calidad de la educación municipal de Quito siguen siendo las mejores. Ya nada entonces. Simplemente llamemos a las cosas por su nombre.
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3 comentarios:
estos chicos luego si entran a universidades privadas tienen que pagar matriculas que superan su capacidad economica ya que en la mayoria de estas se diferencia a los estudiantes por el colegio y la cantidad de dinero que pagaron por concepto de pensiones u otros rubros
Este aporte ¨voluntario¨ no es mas que un requisito que ha sido obligatorio para las matriculas y falta por parte de las autoridades una firme decision de hacer respetar la gratuidad de la educación, lo raro es que nadie dice nada sobre este tema, esperemos que se tome una decision en firme de suspender esto o a su vez que se explique ese nuevo concepto de voluntario que manejan ciertas personas
Ese aporte voluntario es mensual o un solo pago en la matrícula??
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