El anuncio efectuado por la Agencia Nacional de Tránsito de permitir el alza de las tarifas del transporte terrestre intercantonal e interprovincial desde el 7 al 25%, sumado al anuncio de la Federación de Transportistas de "mejorar el servicio e incrementar las medidas de seguridad", resulta tan predecible (por el alza) como risible (por el supuesto anuncio de mejoras del servicio). Aunque comparativamente en nuestro país los costos del pasaje son más bajos que en otros de la región, la tasa de accidentes en cambio sigue siendo de las más altas, creando una perversa relación inversamente proporcional.
Ya que es inminente el incremento del costo del pasaje interprovincial e intercantonal, al que seguramente no tardará en seguir el transporte urbano, ojalá que las autoridades también exijan no una mayor coima a los chumagers de nuestras vías, sino un control más estricto que garantice la seguridad de miles de ecuatorianos que ante la imposibilidad de moverse en avión y ante la lentitud de la llegada de los modernos aerobuses del futuro, tendrán que seguir bancándose esta forma de viajar...
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